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Habrá extraordinarias pero el Gobierno mantiene las dudas con el Presupuesto
CONGRESO

Habrá extraordinarias pero el Gobierno mantiene las dudas con el Presupuesto

La Casa Rosada tenía en punto muerto la conversación con las provincias, pero ahora se muestra menos intransigente.

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Después de semanas de indefiniciones e idas y vueltas, el Gobierno está prácticamente decidido a llamar a sesiones extraordinarias. Sin embargo, el temario no está decidido. Como hace una semana, este martes en la Casa Rosada están dedicados a definir nuevamente qué hacer con el Presupuesto. Con menos tiempo antes del final de las sesiones ordinarias, el Gobierno pasó de una postura firme (tendiente a prorrogar la ley de 2023) a mostrarse abierto a incluir el plan de gastos y erogaciones para 2025. Pero no todo está dicho y cerca del Presidente aseguran que Javier Milei no decidió si propiciar esa discusión después del 30 de noviembre, cuando termina el actual período legislativo.

Santiago Caputo y Karina Milei estuvieron reunidos ayer, en las oficinas de la vicejefatura del Interior, con el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; el viceministro del Interior, Lisandro Catalán y el viceministro de Gabinete, José “Cochi” Rolandi. Discutieron cómo avanzar con el Presupuesto, después de haber mantenido una serie de conversaciones uno por uno con los gobernadores con los que el Gobierno tiene diálogo. Entre otros, citaron al radical de Mendoza, Alfredo Cornejo, y al referente de PRO en Entre Ríos, Rogelio Frigerio. “Es con todos los que nos ayudan”, dijeron.

PJ dialoguista, PRO, la UCR-, y de que se frustrara la reunión de comisión el martes pasado, el Ejecutivo adoptó como estrategia conversar de manera bilateral con las provincias para cerrar las demandas específicas de cada distrito. “Se está discutiendo aún”, sostuvo un estrecho colaborador del primer mandatario, que hoy está en el Palacio y dio un discurso desde el Salón Blanco, pero no mencionó siquiera el tema legislativo.

Mientras tanto, se cayó la reunión para dar de baja el DNU de baja de deuda que funcionó durante los últimos días como modo de presión de los gobernadores hacia Milei para que negociara el Presupuesto. En la Casa Rosada, convenientemente, decían que ese decreto en realidad había sido “un error” y que no lo necesitaban. Con esa amenaza desactivada, el Gobierno evaluará con mayor libertad si le conviene o no propiciar el debate por las proyecciones económicas para el próximo año.

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